Recetas para prolongar la vida laboral más allá de la edad de jubilación

11 Oct 2018 | Noticias

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BBVA apuesta por vincular menos los salarios a la antigüedad

Garrigues pide empleo temporal o por proyectos para los más mayores

Larga vida a los sénior”. Este fue el deseo lanzado ayer por la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, en la clausura de unas jornadas sobre Demografía y longevidad: el papel de las Administraciones Públicas organizada por la Fundación Transforma España y el Círculo de Empresarios.
Sin embargo, cuando se habla del mercado laboral, el deseo de Valerio dista mucho de lo que ocurre en la realidad. Aunque la edad legal de jubilación en España es este año 65 años y 6 meses –y esta edad aumentará progresivamente hasta los 67 años en 2027– la edad real a la que se jubila la mayoría de los trabajadores apenas roza los 64 años de media.
A este abandono temprano del mercado se une la mala situación financiera del sistema de pensiones lo que lleva a los expertos a idear fórmulas para fomentar la prolongación voluntaria de la vida laboral. Estas son algunas fórmulas propuestas ayer:

  • Salarios y contratos. Uno de los argumentos empresariales para no contar con los sénior es que sus salarios no se corresponden con una merma de productividad de este colectivo. Ante esta queja, el responsable de análisis macroeconómico de BBVA Research, Rafael Doménech, considera que aumentar el peso de la productividad y el rendimiento en la evolución de los salarios, en detrimento de los pagos automáticos por antigüedad, fomentaría el mantenimiento de los trabajadores de más edad. En este sentido, la socia responsable del Área Laboral del despacho de abogados Garrigues, Rosa Zarza, aboga más por una mayor flexibilidad contractual. Según sus datos, el 86% de los mayores de 55 que siguen empleados mantienen las mismas tareas y la misma jornada. En su opinión, España podría emular a Alemania, donde existe un programa específico de reducción de jornada para los más mayores con reducción de salario, que es compensado con ayudas públicas. Incluso, Zarza consideró que a pesar de las críticas generalizadas hacia los contratos temporales, quizás a los trabajadores de mayor edad les interesara ese tipo de relaciones laborales eventuales o por proyectos de consultoría, por ejemplo.
  • Cualificación. Los expertos que participaron ayer en este encuentro coincidieron en que existe una relación directa entre la cualificación del trabajador y su mantenimiento en el mercado de trabajo en las edades más tardías. Por ello, insistieron en la necesidad de mejorar la formación continua de los trabajadores a lo largo de toda la vida laboral. Es más, Zarza abogó por ligar el cobro de la prestación por desempleo a la participación obligatoria del parado en cursos de formación.
  • Jubilación. “Desde que se crearon los primeros sistemas de Seguridad Social (a finales del siglo XIX), en España apenas hemos modificado la edad de jubilación y, sin embargo, la esperanza de vida es mucho mayor; algo hay que hacer”, dijo ayer Doménech. Sin embargo, el secretario de protección social de CC OO, Carlos Bravo, rechazó una mayor adecuación de la edad de retiro a la esperanza de vida: “sería muy difícil explicar que retrasamos la edad de jubilación a los 74 años”. Si bien Doménech defendió este retraso asegurando, además, que, en contra de lo que pudiera pensarse, “cuanto mayor es la tasa de empleo de los mayores, también es mayor la de los jóvenes”. En lugar de dicho retraso de la edad de retiro, Bravo defendió la actual jubilación parcial, en la que el trabajador próximo a la jubilación recorta su jornada y es sustituido por un trabajador con contrato de relevo. Y cuando llega el momento del retiro, la pensión no se ve mermada, a diferencia de la jubilación anticipada. Bravo admitió que el retiro parcial es costoso para la Seguridad Social –supone unos 2.000 millones anuales de sobrecostes–, pero sugirió que podría financiarse con impuestos como política activa de fomento de la prolongación de la vida activa.
  • Incentivos. Estos expertos apostaron también por incentivos fiscales a los trabajadores de más edad en sus rentas y por bonificaciones de cotizaciones para los empresarios que les contraten. Por su parte, Santiago Satrústegui, presidente de Abante Asesores, defendió ayer, durante la presentación de un informe de longevidad, que el Estado fomente el alargamiento de la vida laboral porque es doblemente beneficioso para el sistema: «una persona retrasa el cobro de su pensión de jubilación y además, sigue pagando cotizaciones a la caja común”.

Fuente: Conco días