Los autónomos, los que menos aportan y menos reciben de la Seguridad Social, se encaminan a su reforma

24 Jul 2018 | Blog, Laboral

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  • Gobierno y asociaciones ya negocian para cotizar por ingresos reales.
  • Los trabajadores por cuenta propia cotizan un 40% menos

El Gobierno busca fórmulas para mejorar la situación financiera de la Seguridad Social y a la vez la situación de sus cotizantes. Un equilibrio difícil de encontrar y que en los próximos meses tendrá al colectivo de trabajadores autónomos como uno de sus grandes protagonistas. La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, ya ha adelantado que el Ejecutivo estudia fórmulas para que los trabajadores por cuenta propia coticen de forma proporcional a sus ingresos.

Las dos grandes asociaciones del sector, ATA y UPTA, aceptan la propuesta, pero con limitaciones. Ambas proponen que los trabajadores autónomos se distribuyan en cinco tramos en función de sus ingresos, de forma que ajustasen sus cuotas a sus ingresos reales. Además, los que estén en los tramos más altos (tengan rentas superiores a 30.000 euros al año) podrían elegir su base de cotización a lo largo del año y ajustar la cuantía al final del ejercicio.

Habrá que estar atentos a las negociaciones entre los representantes de los trabajadores por cuenta propia y los del Gobierno, que comienzan este lunes para ver cómo se materializa el acuerdo, pero, sin duda, habrá cambios en un régimen al que pertenecen más de 3 millones de afiliados a la Seguridad Social.

Actualmente, hay 3,26 millones de autónomos cotizantes a la Seguridad Social, según las cifras de ATA, aunque la EPA rebaja la cuantía a 3,082. De ellos, casi dos millones (1,982 millones) son personas físicas, mientras que el resto (1,25 millones) están dados de alta a través de alguna sociedad.

La cifra de autónomos engorda a un ritmo aproximado del 1% anual en los últimos tiempos, es decir, aproximadamente una tercera parte de lo que lo hacen los trabajadores por cuenta ajena. Curiosamente, durante los años en los que se destruía mucho empleo en España, los del régimen de autónomos llegaron incluso a incrementarse, ya que para algunos trabajadores, crear su propio negocio fue la única manera de esquivar el desempleo. En los últimos años, además, se ha incentivado el trabajo autónomo desde los poderes públicos, con medidas como las tarifas planas de 50 euros al mes durante seis meses prorrogables o la posibilidad de capitalizar la prestación por desempleo. Todo ello se ha traducido en un incremento del número de cotizantes en el régimen de autónomos, aunque no de la situación financiera del sistema.

Los autónomos son, proporcionalmente, los que menos aportan al sistema, pero también los que menos perciben de él

Si sólo se tuviera en cuenta este régimen, el déficit del sistema sería ya de 1.300 millones de euros. El año pasado, según las cifras de la Seguridad Social, los trabajadores que cotizaron en el régimen de autónomos aportaron 11.605,18 millones de euros a la Seguridad Social, el 10,64% de los ingresos por cotizaciones y requirieron más de 12.000 millones en pensiones.

Las cifras del sistema muestran cómo los autónomos son, proporcionalmente, los que menos aportan, pero también los que menos perciben de él. Según las asociaciones de autónomos, el 85,6% de los casi dos millones de autónomos que son personas físicas no superan la base mínima de cotización, situada ahora mismo en 919,80 euros. En muchas ocasiones, esta elección se debe a la incertidumbre sobre los ingresos del negocio, motivo por el que muchos prefieren cotizar por el mínimo por si se producen meses de baja facturación.

De esta forma, la base media mensual de los autónomos es de 1.088 euros al mes, lo que supone un 38,5% menos que la de los trabajadores del régimen general (1.770,40 euros al mes de base de cotización.

Los autónomos cobran un 41% menos de pensión que los jubilados del régimen general

Pero a la vez también son los que menos pensión cobran. Según los datos de la Seguridad Social, su pensión media es de 723,20 euros mensuales, lo que supone un 33% menos que la media y un 41% menos que el promedio de pensionistas que han cotizado en el régimen general. Las bajas cotizaciones a lo largo de su vida laboral hace que sean el colectivo con mayor porcentaje de complementos a mínimos (pagos del Estado para que los pensionistas lleguen al mínimo legal). Según las cifras de Trabajo, el 35% de los jubilados que han cotizado en el régimen de autónomos, necesita los complementos del Estado para percibir la pensión mínima.

El comercio, con más de 450.000 inscritos, es la principal actividad de los casi dos millones de trabajadores por cuenta propia, seguido la agricultura y la construcción, con más de 200.000 cada uno. Por edades, prácticamente la mitad de ellos (más de 900.000) tienen entre 40 y 54 años. Según el INE, más del 9% del total tuvo como máximo un cliente durante el último año, lo que hace especialmente vulnerable a este colectivo.

Un 15% de los autónomos montaron su propio negocio al no encontrar trabajo por cuenta ajena

Entre los motivos para emprender, la razón mayoritaria (21%) es seguir el negocio familiar, mientras que otro 19% lo hizo al encontrar una buena oportunidad de empleo. Otro 15%, más de 300.000 personas, decidieron montar su propio negocio al no encontrar un trabajo por cuenta ajena. De hecho, más del 20% de los trabajadores por cuenta propia indica que le gustaría ser asalariado, una proporción que duplica a la de asalariados que quieren trabajar por cuenta propia.

Entre los inconvenientes, un 15% considera que lo peor son los periodos sin clientes o sin proyecto, mientras que otro 10% cree que el mayor inconveniente son los retrasos en los pagos de los clientes.

Por el momento, el Gobierno y las asociaciones de autónomos ya han anunciado que se reunirán próximamente y la Subcomisión para la Reforma del Régimen de Autónomos, que lleva reuniéndose un año, aún no ha emitido su informe, por lo que no parece que las modificaciones vayan a producirse de un día para otro, pero se da por seguro que las habrá. Las negociaciones entre las partes serán las que acaben por determinar si el Gobierno acepta el sistema de tramos propuesto por ATA y UPTA, propone otro con cotizaciones proporcionales, o surgen nuevas fórmulas para ajustar las aportaciones de los trabajadores por cuenta propia. Además, sería deseable que la reforma conllevase también mejoras en las prestaciones de estos empleados.

Fuente: El Economista.es